La vid en Ribera del Duero se encuentra entre los estados fenólicos C (punta verde) y E (hojas extendidas), con la lógica diferencia entre la zona de Valladolid, de maduración más temprana, y la de Soria, más tardía.
Por su parte, el viñedo de Rueda que os mostramos está en el G: racimos separados (las inflorescencias se alargan y se presentan separadas y espaciadas a lo largo del brote, con los órganos florales todavía aglomerados), estando cercano el inicio de floración en unos 10 días aproximadamente.
Y es ahora el momento de eliminar los brotes espontáneos del viñedo, realizando la espergura del tronco y la poda en verde, definiendo de esta forma la producción estimada de la vid.
Tras esta labor y una vez que los pámpanos han alcanzado los 10 cm de altura se recomienda proceder al primer tratamiento fúngico en la cepa. Es entonces cuando se empiezan a dar las condiciones idóneas para la actividad de hongos como el mildiu y el oídio, por lo que se hace especialmente útil un tratamiento sistémico que actúa desde dentro de la planta y genera protección para las partes del pámpano en desarrollo. En caso de desarrollarse alguna de estas enfermedades, tendrán como consecuencia una disminución considerable de la cantidad y calidad de la uva en el momento de la cosecha.