El informe técnico valora su marcado carácter varietal y su equilibrada acidez
La Añada 2020 de la Denominación de Origen Rías Baixas ha sido calificada por el Pleno de su Consejo Regulador como “Muy Buena”. Una decisión tomada tras el informe técnico elaborado por el Órgano de Control y Certificación, que incluía, entre otros, los datos relativos al ciclo vegetativo, la cosecha y la vendimia 2020, así como a los resultado comparados del análisis sensorial y fisicoquímico de 609 muestras pertenecientes a 129 bodegas, con un volumen de 14.971.559 litros, lo que representa el 63,60% del total del vino de la cosecha.
En este sentido, el informe presentado alude a las cualidades de los vinos enumeradas por el panel de expertos del Consejo Regulador, los cuales destacan la franqueza y complejidad de la añada 2020, valorando muy positivamente su marcado carácter varietal y su equilibrada acidez.
Cabe decir que, hasta el 31 de mayo, el volumen de vino verificado por el panel de cata del Consejo Regulador se incrementó un 35,97 % con respecto al mismo periodo del pasado año. Todo ello a pesar de las limitaciones y restricciones impuestas por razón de la alerta sanitaria provocada por la COVID-19.
Ciclo vegetativo
En cuanto al ciclo vegetativo de 2020, el informe recuerda que se caracterizó por un adelanto de la brotación, una óptima floración y una incidencia mínima de enfermedades. Todo ello propiciado por las buenas condiciones meteorológicas de la primavera en Rías Baixas. Ese tiempo seco y soleado también acompañó durante las labores de vendimia, facilitando los trabajos de recolección en un año de por si complicado por las medidas de seguridad adoptadas frente a la COVID-19.
Así las cosas, los viticultores obtuvieron una cosecha de 34.470.166 Kg de uva de muy buena calidad y un excelente estado higiénico sanitario. El presidente del Consejo Regulador, Juan Gil de Araujo, explicó que “la uva entró en las bodegas con una buena calidad y óptimo estado de madurez. A pesar de toda la incertidumbre provocada por la pandemia, que obligó a un sobreesfuerzo en viñedos y bodegas, motivado por las medidas de prevención frente a la COVID-19, fue una vendimia tranquila y sosegada, favorecida por la buena meteorología”.
Imagen: DO Rías Baixas