Son más de 700 muestras las que están valorando durante estos días los catadores de la Guía Peñín en la Denominación de Origen Ribera del Duero. Se trata de catas que se incluirán en la edición 2018 de la guía y que superan en un 10% a las que se realizaron el año pasado.
El director de la Guía, Carlos González, destaca la buena calidad de los vinos de la Ribera del Duero, que ha conseguido convertirse en una marca solvente “que aporta tranquilidad en el mercado”, algo que supone “un valor muy importante tanto para prescriptores como a consumidores”, señala.
En la sede del Consejo Regulador, en Roa de Duero, están teniendo lugar estas valoraciones para vinos de los años 2012, 2013, 2014, 2015 y 2016. Mientras que los más jóvenes destacan por su alta percepción en la fruta “con una tendencia marcada a la presencia de la tempranillo y consiguiendo un buen producto equilibrado”, los del 2015 destacan por su madurez y grado alcohólico, en los de 2014 han constatado “una mejoría con respecto al año pasado”. Por su parte en las botellas se refleja la difícil campaña que resultó la de 2013 en la menor estructura, y los vinos de 2012, destaca González, reflejan su madurez y su calidez.