La Federación Española del Vino (FEV) celebró ayer un acto en Madrid para conmemorar su 40 aniversario al servicio del sector bodeguero español y reivindicar la riqueza social y cultural del vino, que trasciende más allá de la propia actividad económica y está presente desde la antigüedad en numerosas expresiones artísticas y culturales, desde la arquitectura a la literatura, pasando por la gastronomía, el cine, la música o la moda.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, fue el encargado de clausurar este acto de aniversario en el que ha sido su primer acto público fuera del Ministerio tras su reciente nombramiento. Planas reconoció la importante labor realizada por la FEV a lo largo de estos 40 años para contribuir al crecimiento, competitividad y rentabilidad de las bodegas españolas y de la industria vitivinícola en general, destacando que este trabajo ha contribuido positivamente a lograr un sector líder, modernizado, dinámico y competitivo .
Por su parte, el presidente de la FEV, Miguel Torres, hizo un repaso por algunos de los hitos de la FEV en estos últimos años y enunció alguno de los principales retos de futuro que tendrán que afrontar las bodegas como la mejora de los precios en la exportación, la lucha contra los efectos del cambio climático, que ya es una realidad en el sector, o garantizar la especificidad del vino y su consumo con moderación frente a políticas y corrientes de salud pública prohibicionistas que traten de esconder el producto.
El 40 aniversario de la FEV tuvo un marcado carácter cultural, con una conferencia inaugural a cargo del escritor y diplomático chileno nacionalizado español Jorge Edwards, Premio Cervantes 1999. “No sobrevivirán los versos de los poetas que beban agua”, comenzó diciendo Edwards, en un relato que repasó los vínculos y la relación existente entre el vino y algunos de los autores españoles y latinoamericanos más importantes del último siglo.