Reino Unido, segundo importador mundial, tuvo que gastar un 10% más en vino entre enero y septiembre de 2017 pese a adquirir algo menos de litros. Según los datos aportados por el Observatorio Español del Mercado del Vino, todas las categorías de vino suben de precio, sobre todo envasados y graneles, probablemente por un tipo de cambio desfavorable para la libra esterlina tras el anuncio del Brexit. En valor, Francia e Italia crecieron a muy buen ritmo y lideraron claramente las importaciones, si bien ambos cayeron ligeramente en volumen. Nueva Zelanda evolucionó mucho mejor que sus competidores, con los vinos españoles creciendo en valor pese a caer en litros. Por otra parte, Irlanda redujo en torno al 2,5% sus importaciones en estos nueve meses por la caída del vino envasado, que supuso más del 90% de las compras totales, con excelente evolución para espumosos y graneles. Chile y Francia marcaron esta caída aunque se mantienen como principales proveedores, con España subiendo en litros y estable en euros. Reino Unido e Irlanda son dos mercados muy enfocados a los vinos españoles espumosos y envasados, con menor presencia del granel.
Rusia aumentó sus importaciones más del 10% en volumen y del 20% en valor, al subir el precio medio un 10%. Curiosamente, todos los tipos de vino bajaron de precio, en rublos, por lo que el precio global subió debido al enorme desarrollo de espumosos y envasados, vinos con gran valor añadido, unido al desplome del granel, vino más económico. España pierde cuota como primer proveedor en volumen al caer casi un 15%, aunque facturó un 7% más gracias al enorme aumento de sus vinos más caros, con desplome de los graneles. Por último, Suiza importó algo menos de vino pero gastó un 6,7% más, al subir el precio medio en todas las categorías. Suiza gastó más en espumosos, envasados y graneles, si bien solo aumentó el volumen importado de los primeros. Italia repite como primer proveedor, si bien Francia lideró la subida global en valor. España, tercer proveedor, cayó casi un 10% en volumen, pero creció ligeramente en valor. El vino embotellado supuso cerca del 90% del gasto total en vino español.