Lo sabemos. No está siendo una vendimia fácil. Por un lado el año ha sido intenso, con heladas y pedriscos que han dejado mermada parte de una cosecha que está siendo muy escalonada. Además las lluvias de estos días no ayudan. Nuestro consejo como asesores expertos es intentar acelerar la recogida porque las precipitaciones amenazan con volver a partir del domingo.
La noticia más positiva es que la uva que está entrando en las bodegas tiene muy buena calidad. “Al haber poca uva, no solo por las heladas o pedriscos sino porque veníamos de dos años especialmente secos, aunque venía más retrasada, la cepa ha podido tirar mejor y el fruto ha madurado de forma óptima”, explica desde el departamento técnico de Red Bottle International (RBI), Óscar De Pablo.
Por otro lado, aunque en algunos medios se ha hablado de botrytis, por el momento está muy focalizado. Por lo demás, la Ribera del Duero afronta la fase final de una vendimia que cada vez tiende más a la mecanización por la tremenda dificultad de encontrar vendimiadores.
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