La polilla del racimo de la vid o Lobesia botrana (Lepidoptera, Tortricidae) es una plaga que llegó a los viñedos de Europa. Su larva provoca un daño directo a las plantas, ya que se alimenta de los racimos, pudriéndolos y deshidratando las bayas que darán lugar a las uvas.
Se trata de la polilla que más nos encontramos en los viñedos, por ejemplo es la de mayor difusión en la Ribera del Duero, como así indica un informe elaborado desde su departamento técnico. De los daños directos ya hemos hablado, pero a ello se unen otros daños indirectos como son la proliferación de hongos que entran a la planta utilizando el paso de las heridas en las bayas que han producido las larvas.
Existen tratamientos, pero buscar el más adecuado depende de los huevos que se presentan. Si de cada 100 racimos más de una cuarta parte contienen huevos o larvas, hay que utilizar productos para acabar con la plaga.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero publica una lista en la que se encuentran los principales productos autorizados en 2015 para combatirla. Es la siguiente y en cada uno de ellos se indica cuando es conveniente utilizarlo:
-acillus thuringiensis (inicio de eclosión)
-Clorpirifos Fenoxicarb (inicio de vuelo)
-Feromonas de confusión sexual
-Clorantranilitrol (entre inicio de puesta e inicio de eclosión)
-Tebufenocida (inicio de eclosión)
-Metoxifenocida (entre inicio de vuelo e inicio de eclosión)
-Metil clorpirifos (solo uva vinificación)
-Indoxacarb (entre inicio de vuelo e inicio de eclosión)
-Spinosad (inicio de eclosión)
-Emamectina (inicio de eclosión)
