La OIVE presenta su estudio, para un sector que en impuestos y cotizaciones deja más de 3.800 millones de euros anuales
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha clausurado el acto de presentación del estudio Importancia económica y social del sector vitivinícola en España, elaborado por la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE).
Planas ha destacado que los datos del informe no solo ponen de manifiesto la importancia del sector vitivinícola en España, sino su acción tractora de actividades conexas, como las proveedoras de inputs agrarios y alimentarios, las comercializadoras o la industria de la madera, el vidrio y el corcho, entre otras.
El ministro se ha referido, asimismo, a la pandemia y sus consecuencias para los productores de uva y vino. Al respecto, ha asegurado que el Gobierno “permanece muy atento” al impacto de la crisis sanitaria. Cuando en el futuro se vea lo que se ha hecho en tan poco tiempo y con tanta amplitud, “se comprobará claramente que hemos estado al pie del cañón”, ha concluido. Ha mostrado su confianza en la fortaleza del sector para avanzar hacia un nuevo modelo de producción agraria para el que el sector vitivinícola es pionero y referente en innovación.
Conclusiones del informe
De entre las conclusiones la OIVE destaca que la importancia económica de la cadena de valor del sector vitivinícola se constata en una aportación total en términos de Valor Añadido Bruto (VAB) estimada en más de 23.700 millones de euros, es decir, el 2,2% del VAB español. Además, contribuye a la generación o mantenimiento de más de 427.700 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, de forma directa, indirecta e inducida. Y su aportación directa a las arcas públicas, en concepto de impuestos y cotizaciones sociales, supera los 3.800 millones de euros anuales.
La contribución económica del sector vitivinícola se distribuye a lo largo de toda la geografía española. En todas las Comunidades Autónomas hay presencia de viñedo y producción de vino, además de una nutrida red de distribución y comercialización del mismo. Así, por ejemplo, el peso de la viticultura alcanza el 1,4% del VAB de la economía castellano-manchega y el 0,7% de la riojana.
Las adecuadas condiciones que ofrece el territorio español para el cultivo de la vid, así como la amplia tradición y conocimiento existentes en nuestro país en la elaboración del vino, redundan en un destacado posicionamiento internacional. Así, España ocupa una posición de liderazgo mundial en cuanto a superficie de viñedo y volumen de exportaciones de vino (tercer puesto en valor exportado, en 2019), además de ser el tercer mayor productor global de vino. Los productos vitivinícolas de origen español se encuentran en cerca de 190 países.
También destaca la viticultura como fuente de ingresos en el medio rural con 561.000 viticultores contabilizados en julio de 2019. Un sector, el vitivinícola, que está sufriendo la incidencia de los efectos del cambio climático.