La Denominación de Origen Ribera de Duero ha establecido sus precios oficiales para el recién estrenado año. Un acuerdo del pleno de este órgano marca las referencias para el vino y la uva que sirven para fijar las cuotas de bodegueros y viticultores.
La cuota sobre plantaciones es sensiblemente más baja que la del año pasado. La uva tinta pasa de 1’6 céntimos por kilo a apenas un céntimo (0,98), mientras que la blanca, de los 0’23 céntimos que tenía de cuota en 2018, se queda en 0,18.
La cuota sobre vino a granel queda fijada en un céntimo para tinto joven, casi dos y medio para crianza y 0’6 para rosado. En el caso del producto contraetiquetado, la referencia es la botella de tres cuartos, que tiene una cuota de 0’19 céntimos para Gran Reserva, 0’12 para Reserva, 0’6 para crianza y 0’3 y 0’2 en el caso del Tinto Joven y Rosado, respectivamente.
A estas cuotas se añaden unas tarifas por prestación de servicios de comunicación, promoción y publicidad, que se incluyeron en la modificación del reglamento aprobada la pasada primavera y que oscilan entre los casi 13 céntimos para el Gran Reserva hasta 1’6 céntimos para el Rosado.
Estas cifras se basan en ciertos parámetros relacionados con la producción de cada año, pero no tienen por qué coincidir con los precios de mercado y que sirven para establecer unas tasas que correspondes al 1% del total. Con el establecimiento de estos precios, el Consejo Regulador quiere restablecer el equilibrio en lo que se refiere a las cargas que recaen en el sector productor y el elaborador a favor de este último.
