Son datos que ofrece el Observatorio Español del Mercado del Vino estudiando los datos de consumo de vino hasta el mes de octubre de 2017. La conclusión de los mismos es que los consumidores han comprado menos cantidad de vino, en torno a un 2% de descenso, pero por el contrario han aumentado las ventas de vino más caro. De esta manera se logra que el gasto de los españoles en el vino que se consume en el hogar se mantenga más o menos estable, apenas baja un 0,6%.
Por preferencias, los españoles prefieren el vino blanco más que el tinto, aunque el resado con DO sube con fuerza. También el consumidor ha comprado en este espacio de tiempo más productos en bag-in-box, un 48% más que en 2016.
Comparado con otras bebidas, prosigue el estudio, el consumo de vino y bebidas con vino en los hogares españoles se mantiene estable frente al repunte de la cerveza y la caída de sidras y bebidas espirituosas. En los últimos años, la cerveza ha ganado la batalla de la popularidad al vino en España pero no la del valor.