El desarrollo de nuevas variedades de vid permitiría reducir el uso de fitiosanitarios en la producción vinícola

El pasado jueves 16 de noviembre, 40 expertos de distintas universidades y centros de investigación se reunieron en la última reunión plenaria de RedVitis en el Ayuntamiento de Vilafranca del Penedés para debatir los pros y contras del uso de estas variedades para combatir la incidencia del oídio y el mildiu y la necesidad de empezar programas de mejora genética en esta línea en el país, propiciando el debate entre todos los agentes implicados para poder contrastar sus puntos de vista. El debate contribuyó a entender mejor cómo este tipo de material vegetal puede cambiar al menos algunos de los modelos vitícolas actuales.

Las variedades resistentes se ofrecen por tanto como una excelente herramienta para la gestión de enfermedades del viñedo. Es importante hacer notar que no pretenden llegar a proporcionar un cultivo de tratamiento cero, ya que la propia evolución de los patógenos para superar los mecanismos de resistencia que se introducen en las variedades. Los mecanismos de resistencia que se introducen en estas variedades resistentes proceden de diversas especies del género Vitis y del género Muscadinia por procedimientos de mejora clásica, esto es, mediante cruzamientos. Se ha comprobado que es necesario introducir un mínimo de dos genes de resistencia a cada enfermedad, para hacer que la resistencia sea efectiva y más duradera. También se recomienda mantener un número reducido de tratamientos para controlar otras enfermedades minoritarias que se mantienen a raya con los mismos productos. Un aspecto a tener en cuenta en este sentido es que tampoco está clara cuál será la futura presión de enfermedades en el contexto del cambio climático, aunque en ciertas zonas se prevé una reducción de las condiciones más favorables para su desarrollo.

Otros puntos tratados fueron la regulación en cuanto al registro y autorización de las variedades, su nomenclatura respecto a las variedades de origen o sobre la financiación que se requiere para llevar a cabo esta tarea de mejora a largo plazo

 

Fuente: IRTA Investigación y Tecnología Agroalimentarias

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