Tras cuatro años de negociaciones, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, han anunciado la conclusión del acuerdo comercial entre la UE y Japón, que proporcionará un acceso preferencial a las exportaciones de vinos de la UE, con la eliminación del arancel de importación una vez entre en vigor el acuerdo.
Japón es actualmente la cuarta economía más rica del mundo y el segundo mayor socio comercial de la UE en Asia. Con casi 747 millones de euros de exportación anual en 2016, es el quinto mercado de destino para los vinos de la UE y el décimo para España. En 2016, España exportó a Japón un total de 38 millones de litros de vino por valor de 84,5 millones de euros. Es además uno de los mercados de mayor valor para nuestros vinos, con uno de los precios medios más elevados (2,22€/litro). Sin embargo, la cuota de mercado de los vinos europeos ha ido descendiendo en los últimos años en favor de otros países competidores que se han beneficiado hasta ahora de la falta de aranceles en virtud de acuerdos comerciales con el país nipón. A lo largo de estos años de negociaciones, la FEV ha colaborado estrechamente con el Comité Europeo de Empresas de Vino (CEEV) y con la Secretaría de Estado de Comercio española para asegurar que se incorporasen las demandas del sector en el texto final. En este sentido, el secretario general de la organización, Pau Roca, ha señalado que el acuerdo supone una excelente noticia dado que Japón es un país prioritario para nuestros vinos. El secretario general de la FEV ha destacado además el trabajo de aquellas bodegas españolas que llevan años establecidas en el mercado japonés y que han hecho un gran esfuerzo para lograr el merecido reconocimiento de sus marcas: “Gracias al acuerdo, nuestras bodegas y marcas serán igual de competitivas que las de nuestros principales competidores”.
Por su parte, el presidente del CEEV, Jean-Marie Barillère, ha felicitado a la Comisión por llevar a cabo una ambiciosa agenda comercial y concluir este importante acuerdo, y ha instado a ambas partes a acelerar el camino para la firma oficial de un tratado que, entre otros aspectos importantes para el vino, incluye una protección eficaz para las indicaciones geográficas de la UE. Según el CEEV, este es un signo positivo para los otros debates regionales y contribuye a aislar aún más a los últimos países que no protegen a las IG. El acuerdo reconoce también una serie de prácticas enológicas actualmente utilizadas por los vinos de la UE y reconocidas a nivel internacional por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), lo que contribuirá a eliminar algunas barreras técnicas existentes y que han supuesto un importante bache para el desarrollo comercial de nuestros vinos hasta la fecha. El sector espera ahora que el Parlamento Europeo ratifique el acuerdo cuanto antes para garantizar que pueda entrar en vigor lo antes posible, previsiblemente a lo largo de 2019.
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