A punto de terminar un año “enológicamente bueno” en el que se ha cerrado una cosecha abundante en cantidad y calidad, los enólogos de la Ribera del Duero, asociados en Enoduero, se congregaron este martes para despedir el 2016. Lo hicieron con una cata de vinos de Europa Central que corrió a cargo de los expertos en la materia, Marta Arranz Basagoiti e Iñigo Ateka. “Ha sido un buen año; no ha habido problemas climatológicos ni sanitarios y según las ventas del Consejo, seguimos en auge”, asegura José Nuño, el presidente de este colectivo que en estos doce meses ha pasado de 100 a 110 socios. “Hacía falta una cosecha buena para no tener apreturas y necesidad de vino como el año pasado”, añade.
Honor
La velada sirvió además para rendir tributo a un hombre muy conocido en el sector vinícola: Herminio González, a quien Enoduero nombró socio de honor como ya hizo con otros profesionales de prestigio como el enólogo Xavier Ausás y el periodista Javier Pérez de Andrés.
Tras trabajar cincuenta años como enólogo (treinta en bodegas Hijos de Antonio Barceló), Herminio González se jubiló el pasado mes de enero. “Es un reconocimiento a toda una vida dedicada al vino; a una persona que siempre ha estado muy ligada a los agricultores y a los técnicos y se lo merece porque es un tío genial”, destaca Nuño.
En cuanto a la evolución de la asociación, el presidente de Enoduero se muestra muy optimista y de cara al 2017 renueva su apuesta por la formación. “Seguiremos en esta línea con más catas técnicas y encuentros con nuestros colaboradores”, adelanta agradecido con las mas treinta empresas que les apoyan. “Sin ellos esto no sería posible”, termina.
La cata fin de año se celebró en el castillo de Peñafiel y congregó a 75 enólogos.