Acaba de iniciarse la campaña de vendimia en Ribera del Duero, Denominación de Origen en la que más se trabaja desde Red Bottle asesorando a bodegas y hemos querido hablar con nuestro enólogo y director técnico Ángel Luis Margüello para que nos dé un pequeño avance sobre la próxima cosecha.
-Háblanos de la uva, ¿en qué estado se encuentra?
-El estado es de adelanto con respecto a la añada anterior y a final de septiembre se está dando por comenzada la vendimia de manera generalizada en la Ribera del Duero. La uva está muy sana y aunque los rendimientos son menores a los del año pasado se espera una mayor calidad.
-¿Cómo afectará a los vinos que se produzcan durante esta campaña?
-La uva presenta una madurez fenólica muy buena, a mi particularmente me gusta mucho. Granos sueltos, sanos, con poco peso, con grandes datos analíticos de color, buen engustamiento para las fechas que estamos, ideal para vinos con alto potencial de calidad.
-¿Hay zonas más “agraciadas” que otras en la Ribera del Duero?
-De por si la cosecha no habría dado zonas más agraciadas que otras de no ser por los accidentes climáticos que han habido en cada una. Hay zonas donde si afectó un poco la helada primaveral y ha quitado kilos que no van a afectar al potencial de calidad. No sucede así donde haya caído pedrisco y haya afectado mucho al racimo ya que sí perturba el potencial de la uva. La suerte que vamos a tener es que la uva está muy sana y la vendimia viene con adelanto y sin probabilidad de lluvias, de caso contrario el riesgo de botrytis en vendimias habría sido alto.
-¿Con qué habrá que tener especial cuidado en las bodegas?
– Este año es relativamente sencillo y no ha de ser muy problemático a nivel de paradas de fermentación o de problemas posteriores de desviaciones en la fermentación maloláctica. Por sí solo el potencial de la uva va a dar buenos vinos a las bodegas. Lo que sí es importante debido al potencial de los taninos, es que la bodega tenga claro el destino final al cual va a ser destinada la uva: si va a ser para vino de rápido consumo (1-3 años) o vinos con potencial de guarda (más de 5 años). Este año es fundamental tener claro el destino comercial para aplicar por parte del enólogo las temperaturas de fermentación y la duración de la maceración debido al potencial tánico de la uva. El no tener claro este asunto, puede dar lugar a grandes vinos con destinos comerciales equivocados que no gusten al consumidor. Por nuestra parte para este año vamos a dar mucha importancia al potencial tánico mediante analítica de final de fermentación, con el objetico de descubar en el momento justo en función de destino comercial previsto. Una desviación de 2 ó 3 días de diferencia puede dar a carencias de calidad o vinos muy astringentes si el destino era Joven o Roble. También a nivel técnico es importante conocer el nivel málico a final de fermentación. Este año la uva viene con una baja concentración de este ácido y podemos darnos el susto de que comience la fermentación Maloláctica muy temprana sin que nos demos cuenta con el riesgo que ello conlleva.